domingo, 26 de febrero de 2012

MUJER: SIEMPRE BELLA

Ayer leí un artículo titulado: “Buscamos fuera lo que tenemos dentro de nosotros” y me ha hecho reflexionar. En el mismo se pone de manifiesto la importancia de formarnos hacia adentro, de aceptarnos y querernos como somos, de mantener una "historia de amor" con nosotros mismos. Esa expresión me gustó muchísimo: una historia de amor conmigo misma. Eso significa el amor profundo que debo de sentir por mi, el respeto por mi identidad e idiosincrasia, por no querer ser como otro, ni aspirar a convertirme en el clon de alguien. Pongo de relieve la importancia del silencio en esos minutos diarios que nos debemos, para la reflexión y la introspección con la que alimentar el alma.
 Consecuencia de lo anterior, constato lo relativos que son los cánones de belleza que esclavizan a tantas mujeres. Yo quiero añadir que en ocasiones las llevan casi hasta la muerte. Si, leéis bien. Los trastornos de la conducta alimentaria, cada vez más extendidos en nuestra sociedad, las operaciones de cirugía estética, realizadas a cualquier precio y en cualquier sitio, para obtener seguridad personal a cambio de mas talla de senos, aunque mi opinión es que se realizan a cambio de riesgos innecesarios cuando la única finalidad es la reafirmación de la persona.
 Cuando la mujer lleva siglos tratando de ser más independiente, más autónoma, alcanzando, cada vez más, derechos que estaban vedados para ella, mayores cotas de bienestar, de realización profesional o laboral ¿es ahora más esclava de ella misma?. Quizás deberíamos pensar detenidamente en ello y preguntarnos si determinados “sacrificios” merecen la pena y sobretodo merecen la salud, con el único fin de “gustar” a cualquier precio. ¿Ese es el canon que hay que pagar por ser mujer?. Me niego a pensar que es así y sobretodo me niego a pagarlo. Una cosa es la responsabilidad de cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra salud y otra bien diferente es vivir para gustar. ¿Para gustar a quién?. Quien me quiere sé que me quiere como soy, con mis arrugas, mis michelines, con esa nariz que me hace tan especial y distinta a otra, con esa risa contagiosa y escandalosa. Sé que no van a quererme más porque sea más voluptuosa o más delgada, porque como dice mi amiga Sylvia “cada una tiene su público”. El tiempo se puso en marcha y no ha dejado nunca de avanzar y por lo tanto resulta una entelequia quererlo detener en nuestra persona, por eso el tiempo debe de ser nuestro aliado y no nuestro enemigo. Que efímera es la belleza física. Dicen que en una ocasión alguien le preguntó a Nietzsche: ¿Cómo sería la mujer con la que Vd. compartiría su vida? Y él respondió: Aquella con la que pudiera dialogar hasta envejecer.



4 comentarios:

  1. ¡Qué bien si todas las mujeres, de todas la edades y condición, fueran conscientes de esto! Algo tenemos en nuestras manos: dar ejemplo a nuestros hijos (no importa su sexo).

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    1. Totalmente de acuerdo contigo Pilar. Es puro sentido común. bss.

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  2. Al leer esto,me ha venido a la cabeza la pelicula"el club de las primeras esposas".La mas gordita luchaba contra su cuerpo luchaba por su hijo,se comia la talla 34 de la amante de su marido,hacia filigranas con la poca pension que el le pasaba ignorandola. Pero abra cadabra. Ella se sumerge en un proyecto que la colma y si pierde algun kilo,pero lo que verdaderamente le pasa es que se descubre,es buena gente,tiene conversacion,puede ser sarcastica,se rie de si misma y con los demas,en una palabra libera todas sus cualidades,deja que las cosas sigan su curso. SE GUSTA TAL COMO ES.Y el alrededor cambia. El hijo la admira y el ex pasa de la escoba de su amante,quedandose enganchado en ella.Ella ahora sabe que lleva la batuta y esa es su mejor arma.

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    1. Pero que duro resulta llegar hasta ahí y sobretodo cuantas mujeres se quedan atascadas en el camino. Por eso me gustó tanto leer eso de vivir una historia de amor con uno mismo. Gracias por tus palabras que son las de una mujer sabia que viene haciendo camino. bess.

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