martes, 8 de mayo de 2012

SER MUJER HOY

Esta mañana se ha celebrado en el Centro de Emprendedores de Alicante una mesa redonda organizada por AEPA, en la que servidora ha participado como ponente. El tema, siempre actual, "las amistades peligrosas: señales de alarma". En la misma han participado también las Psicólogas Isabel Mayordomo y Teresa Pereira, las cuales han expuesto una visión referida sobretodo a la toma de conciencia del maltrato por parte de la mujer que lo sufre, a aquellas señales que pueden hacer pensar que la relación de afectividad que viven es insana y que los comportamientos de su pareja son de todo menos normales. No voy a contaros lo que allí se ha dicho porque seguro que ya conocéis la legislación vigente y su alcance, pero si quería dejaros un pensamiento que he tenido antes de que se iniciara el acto. He pensado en lo afortunada que soy habiendo nacido en esta época en la que vivo, en la que las mujeres no somos invisibles a la sociedad sino que cada día estamos mas presentes en todos los estamentos sociales. Que afortunada he sido no habiendo nacido cincuenta años antes de lo que lo hice porque mi vida hubiera estado presidida por la falta de libertad y de derechos. Que alegría me ha dado saber que hay una Concejalía dedicada no sólo a los Servicios Sociales sino también a la Mujer, con el fin de ayudar a llevar a la práctica el Principio de Igualdad consagrado en nuestra Carta Magna. 

Les contaba esta mañana que no eran tan lejanos aquellos tiempos en que la mujer no podía vender, comprar, alquilar o aceptar herencias, entre otras cosas, sin el permiso de su marido, ni tan siquiera se le permitía administrar sus propios bienes. Tampoco hace tanto que se derogó el delito de uxoricidio por honor, en el que el marido "deshonrado" podía matar a su esposa, si la sorprendía in fraganti yaciendo con otro hombre y cuya pena era la de extrañamiento, o lo que es lo mismo, alejamiento,  a fin de evitar cualquier venganza por parte de la familia de la fallecida. En esos años el Código Civil decía que el marido debía de proteger a la esposa y la esposa obedecer al marido. Y yo me pregunto: ¿y quien las protegía de esos maridos que las golpeaban, las insultaban, las humillaban o las terminaban matando?. Y, sabéis? yo no quiero que me protejan, quiero que me respeten, que me valoren y que me quieran como soy: por encima de todo MUJER.

1 comentario:

  1. Siento no haber ido, Monica me lo ha dicho esta mañana.
    Yo cuando me separé en el 78 no sabía ni rellenar un talón. Con eso te lo digo todo.

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